¿Por qué hay una larga, inmensa, infinita lista de películas, series de televisión, novelas, teatros, y demás ficciones varias, que parten de una premisa increíble y terminan por destrozarla hasta dejarla irreconocible?
Me ha pasado con The Crazies ( tercera película de George A.Romero, 1973, traducida de manera increíblemente inspiradora como Los Crazies en este, nuestro país). Decía, que me excedo en las explicaciones al márgen, que me ha pasado con The Crazies como me pasó con The Happening en su día. ( Ni siquiera Zooey consiguió que mermaran mis ganas de seguir el ejemplo de los infectados de la película)
La idea de virus misteriosos que transforman a los humanos y les obligan a realizar atrocidades es algo que me encanta. No ya en el fenómeno zombie ( 28 días después, REC, Infectados) sino en este peculiar escenario en el que la gente no vomita cosas chungas ni tiene los ojos inyectados en sangre. Simplemente se han vuelto locos.
El problema de The Crazies radica en tres aspectos vitales para un film de zombies ( acabo de contradecir mi párrafo anterior, pero es que hablar de Romero y no utilizar el término zombie me parece desaprovechar una oportunidad de oro:
1. En un film de zombies no puedes basar absolutamente toda la película en la introducción al conflicto. Bueno, qué coño, esto no se hace en ninguna película. Es horrible ver una película de terror y pensar: qué soberano coñazo.
2. Si quieres que tu película sea recordada como una buena película de terror introduce: buenos actores, diálogos trabajados, escenas inquietantes y trabaja en la construcción de los personajes y en la creación de ambiente. Si quieres que tu película sea recordada como "de culto", y más allá, de serie b, introduce actores pésimos, diálogos imposibles, situaciones grotescas y mezcla perfecta entre terror genuino y humor. Si quieres que tu película sea recordada como un truño introduce: actores mediocres, diálogos manidos, situaciones predecibles y una mezcla horrible entre thriller de sobremesa y alguna variante barata de CSI.
3. Pero lo más importante, para que una película de zombies, y más aún, de George A. Romero pueda gustarte sólo se necesita una cosa. Esto:
Me da igual que sean altos, bajos, feos, guapos, sanguinolientes, putrefactos, serios, tarados, infectados, poseídos o simplemente furiosos. Sólo pido que aparezca alguno.
Por cierto, esta semana se ha estrenado en los USA, el remake de la susodicha, que si bien parece que va a ser bastante mala, tiene bastantes puntos para mejorar su referente.
Buenas noches.
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